El Globo Celeste nace de la ilusión de una familia en iniciar un proyecto que hiciera realidad un sueño: Construir un modelo de escuela que se adapte a las necesidades de cada niño, en el que se haga un seguimiento del neurodesarrollo del bebé, donde estos puedan recibir el estímulo que necesitan en la etapa exacta en la que se encuentran, favoreciendo así su desarrollo integral, respetando sus ritmos individuales, donde se aprenda de forma natural a través del juego y experiencias sensoriales y donde se acompañe a sus padres en el proceso.
La pasión de una pediatra en estudiar las claves del funcionamiento del cerebro, Marysol Canelón Ávila y el apoyo incondicional de su marido Ernesto López, llevaron a su familia a cruzar el atlántico desde Venezuela en 1999, para finalmente afincarse en Madrid y formarse como neuropediatra.
En el año 2004, surgió entonces la inquietud de crear una alternativa al modelo educativo tradicional que no cubre las necesidades reales de los niños, ni favorece la detección temprana de cualquier alteración que podría ser fácilmente atendida a tiempo, simplemente con la formación adecuada del equipo docente que esta día a día con los peques, su hija Lorena de 27 años, compartiría esa pasión por lo que hoy conocemos como NEUROEDUCACION, este proyecto apoyado por toda la famila, se convirtió en realidad con una visión para entonces, completamente novedosa en los métodos de enseñanza.
Estamos orgullosos de ver que el tiempo nos ha dado la razón, en el 2004 no existía la “Neuroeducación”, y sin embargo ya trabajábamos con esta línea. La neurociencia ha demostrado que esos primeros años de vida son claves en el desarrollo del bebé, son la base del adulto en el que se va a convertir, por lo que es necesario aprovechar esta etapa única y diferente, permitiendo el desarrollo pleno de sus potencialidades e incentivando la capacidad de atención a través del juego, de forma natural, a través del la libertad de movimiento y considerando en primer lugar el estado emocional del bebé, esto es lo que ofrecemos en El Globo Celeste.
En el camino de este apasionante proyecto hemos ido encontrando personas que se han sentido identificadas con él, ayudando a enriquecerlo día a día, hasta llegar a convertirlo en lo que es hoy, formando así la gran familia del equipo El Globo Celeste.